domingo, 9 de diciembre de 2012

HISTORIA

HISTORIA





Ya en el Neolítico, hace unos 9000 años, hay evidencias recientes que demuestran que en Oriente Medio y en Europa se consumían distintos frutos conservados hasta el invierno, mediante técnicas de desecación seguramente en sus inicios casuales, y lentamente desarrolladas y mejoradas. Dentro de estas frutas ocupó lugar de privilegio la uva silvestre, que tras ser prensada y fermentada, se conservaba y servía de alimento y ala vez paliaba los rigores invernales, no sólo por su contenido alcohólico sino además por el aprovechamiento que se daba de la madera obtenida en la poda de la viña.

Aproximadamente, a partir del 5000 a. C., con el desarrollo y la evolución de la agricultura de las civilizaciones mesopotámicas y egipcia, empiezan los primeros cultivos de vid y otros productos.

Es en Egipto, el lugar donde se hace referencia de la viticultura por primera vez de forma escrita, casualmente fue la palabra vino la primera que se descifró al analizar los jeroglíficos. En algunas tumbas se han hallado pinturas que nos informan de las primeras técnicas descritas paso a paso de la vinificación. El vino era la bebida de los nobles, denominaban a sus viñedos con nombres ilustres. En tumbas de las primeras dinastías se han encontrado distintos recipientes que contenían vino, en éstos escribían el nombre del propietario, el del vino o de la viña, no distando mucho de lo que empleamos hoy para identificar a muchos vinos.

Hacía 1500 a. C., la vid se expande desde Mesopotamia hasta Oriente.

Que los griegos recibieran las artes de la viticultura a través de los fenicios, forma parte de la leyenda. Lo cierto es que éstos ya había tenido conocimiento del cultivo de la vid mucho antes. A los griegos hay que atribuirles la técnica del emparrado para aumentar la producción, así como nuevas técnicas de labranza y diversos utensilios. Las grandes obras griegas clásicas están impregnadas de referencias tanto lúdicas como científicas en torno a la vid y el vino. A través del Mediterráneo los griegos desarrollan la viticultura a gran escala allí donde se asentaron.

En el siglo IX a C. los romanos aventajan ya a los griegos tanto en cantidad como en la calidad de los vinos, consolidan a través de sus éxitos militares dos elementos claves de la agricultura mediterránea, el vino y el aceite, ampliando sus zonas de cultivo hasta el límite de sus fronteras. Plinio refiere y clasifica cerca de doscientos vinos, de entre los más notables del Imperio. Para hacernos una idea de la importancia económica del vino en esta época buscamos una referencia en un decreto del año 92 promulgado por Domiciano, con la intención de controlar el desmesurado arranque del cultivo de cereales por los campesinos de las provincias, que éste le proporcionaba, y que en cierta medida representaba un peligro para la producción de alimentos, Doscientos años más tarde, el emperador Probo al que se consideraba el precursor de la viticultura en las tierras del Rin, revocó este decreto, que por un lado retuvo la expansión de la viña, mejoro la calidad de los vinos y propició el ascenso de los vinos italianos.

Las invasiones bárbaras provocan una rescisión del cultivo, que no tardará, ya en la Alta Edad Media, en entrar en un nuevo periodo de expansión. Pese a las terminantes prohibiciones coránicas los árabes españoles consumían abundante vino.

Esta nueva expansión del vino atiende hasta la llegada del Renacimiento a dos factores, uno político comercial, estableciendo y asentando fronteras, y ampliando zonas de cultivo hasta ahora vírgenes, y otro de carácter religioso, labor que debemos agradecer a los monjes, dado que tras la caída del Imperio Romano las órdenes religiosas recuperan la cultura del vino, pues no se entiende la propagación de la fe a falta de vino, necesario para la liturgia, incrementando así la plantación de viñedo y mejorando las técnicas de cultivo.

En el Renacimiento se vuelve a recuperar toda la faceta cultural que el vino en gran medida había perdido en la época anterior, como demuestran las innumerables representaciones pictóricas y las citas literarias. Nos encontramos aquí la unión del concepto con la concepción cristiana de ésta ofreciéndonos un modelo que sería el responsable de llevar y expandir el vino al Nuevo Mundo.

La toma de islas griegas por los turcos en el siglo XVI, provoca la eliminación del cultivo en estas zonas, fomentando la producción en el Mediterráneo y en Atlántico. Las potentes flotas comerciales holandesas e inglesas fijan por aquel entonces un entramado comercial con bases en puertos desde Sicilia hasta el suroeste francés. Propiciando el renombre de zonas como Marsala, Jerez, Oporto, Madeira, y el origen de los primeros destilados vínicos franceses.

Durante el siglo XVI los españoles introducen la viña vinífera en México y California, al igual que los portugueses durante el siglo XVII en sus colonias americanas. Se propicia igualmente la expansión del viñedo en Sudáfrica y ya finales del siglo XVIII en Australia y Nueva Zelanda.

Este siglo representa la introducción de numerosas novedades a la historia del vino, la aplicación de numerosas técnicas científicas supone el conocimiento comercial de vinos como el Champagne, el Marsala, el Tokay.

En el siglo XIX estuvo marcado por la destrucción del viñedo europeo por la plaga del oídio, reduciéndose la producción a la mitad, y más tarde, en 1968, aparece la plaga que pudo destruir toda la historia del vino, la filoxera. Este parásito atacó primero el viñedo californiano, y a través de unas cepas importadas a Francia se extendió por toda Europa e incluso Australia. Propició inicialmente, hasta que llegó a España un aumento cuantitativo del viñedo español y el desarrollo de la vid en Argelia.

A parte de las pérdidas económicas, hizo desaparecer numerosos viñedos, propició el injerto necesario y generalizado de vides vinífera sobre vides de origen americano resistentes a la filoxera.

También indujo a pasar a la intuición, a la aplicación de técnicas más dinámicas y científicas, acompañadas de la evolución en bioquímica y del desarrollo mecánico. Si esta época viene a constituir la historia moderna de la viticultura, su antes y después viene dados por los descubrimientos de Pasteur. Ya durante el siglo XX y sobre todo a partir de los años setenta las mejoras sociales y económicas han motivado un salto cualitativo importantísimo.

Descorchar hoy una botella de vino, representa tener en nuestras manos el fruto de un proceso histórico y cultural que ha marcado sin duda parte de la historia de la humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.